Canción: ~ El amor es una magia ♫
Si hay algo que destacar en el amor y los enamoramientos, yo creo que sería el primer amor, y es que el primer amor podría considerarse algo puro y sin maldad. Es la primera vez que sentimos cosquilleos en la barriga, la primera vez que no podemos dejar de pensar en alguién, la primera vez que sentimos unos sentimientos que hasta entonces desconociamos, pero que nos nublan la cabeza, y realmente ahí es cuando sentimos el amor de verdad, porque no lo conocemos, y no somos capaces a pararlo ni detenerlo.
Ojala todos los amores fuesen tan intensos como el primer amor… ¿Cual es vuestra experiencia con el primer amor?
Como me llenas como me liberas
Quiero estar contigo si vuelvo a nacer
Le pido a dios que me alcance la vida
Y me de tiempo para regresar
Aunque sea tan solo un poco de
Lo mucho que me das
Le pido a dios que me alcance la vida
Para decir te
Todo lo que siento gracias a tu amor.
Canción: Que me alcance la vida
Yo no sé si a Iker Casillas y a Sara Carbonero les daría tiempo de procesar y analizar las señales bioquímicas de uno y otra con ese precioso y espontáneo beso que el portero le estampó a la “re-portera” nada más terminar el partido que convertía a España en Campeona Mundial, pero de lo que sí estoy segura es de que la fama de ese beso les sobrepasará a ellos mismos como ya lo hiciera el célebre beso de la enfermera en el Times Square hace ya tantos años. Si uno celebraba el final de
El beso famoso de los famosos ha sido puesto y repuesto hasta la saciedad en las pantallas de nuestras televisiones, ha sido imitado, deseado, envidiado, reproducido y plagiado por un sinfín de parejas y ha hecho feliz a otro buen número de personas que no han tenido la posibilidad de vivir esa sensación pero a quienes les ha alegrado el alma que otros lo vivan.
Sin embargo, también ha levantado alguna que otra ampolla al considerar que es una demostración de poca profesionalidad por parte de ambos. Hay que ver lo meapilas que podemos llegar a ser los humanos, andamos rondando, la mayoría de las veces los extremos: o nos regocijamos en el permisivismo más laxo y todo cuanto veamos nos está bueno, sobre todo si nuestro estado de ánimo es la releche, o nos rasgamos las vestiduras y embasuramos al primer que se nos cruce sólo porque hace ostentación de que es mucho más feliz que nosotros.